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MEDICOS Y ENFERMERAS DISCRIMINADOS POR COVID-19 ¿QUÉ HACER?

La historia de la humanidad es cíclica. Hemos sido víctimas de plagas y enfermedades desde que existimos. La peste, por ejemplo, fue verdugo de las sociedades durante el devenir de los siglos. Homero, en la antigua Grecia, decía que un médico valía por muchos hombres, debido a su habilidad de salvar vidas durante la guerra. Los médicos, al hacer el juramento hipocrático, en el momento de ser admitidos entre los miembros de su profesión, se comprometen solemnemente a consagrar su vida al servicio de la humanidad. No se me ocurre una profesión que albergue tanta nobleza como la medicina y profesiones afines.

El brote del COVID-19 ha desencadenado el pánico mundial debido a la globalización e interconexión en la que vivimos. La pandemia del nuevo coronavirus ha generado estigma hacia ciertos colectivos. Tal es el caso de aquellos dedicados a la medicina y enfermería, así como a los propios infectados, lo cual ha generado diversos actos de discriminación en su contra.

Es bien conocido que los médicos tienen un papel esencial en la sociedad pues se encargan de asistir a las personas en sus enfermedades y padecimientos. Los médicos han jugado un papel preponderante en la atención de la pandemia a nivel mundial. En Asia fueron los primeros en afrontar la enfermedad y atestiguar sus miserias. Después toco el turno a Europa. En Italia y España, han sido aclamados como héroes y son reconocidos con aplausos espontáneos de la gente en cuarentena desde los balcones de sus casas.

En México, estamos siendo testigos de un fenómeno muy grave. El personal sanitario esta sufriendo actos discriminatorios por ciertas personas debido a que los consideran portadores del virus, en vez de valorarlos como aquellos que lo combaten a costa de su salud o su vida. Es vergonzoso y reprochable: no se les permite utilizar el servicio público de transporte; son agredidos verbal y físicamente; son excluidos de sus comunidades; se ha manifestado un abierto repudio a los hospitales que atenderán la pandemia.

La explicación la encontramos en problemas estructurales de nuestra sociedad mexicana: miedo, prejuicios, superstición, impunidad, así como falta de civismo y educación. No debe permitirse esa conducta. La defensa de los trabajadores de la salud nos corresponde a todos. Así lo dictan los derechos humanos y el sentido común. ¿Qué haríamos sin ellos?

El Estado es el primero que debe garantizar la seguridad de los profesionales de la salud ¿Qué hace el gobierno ante esta situación? Muy poco. Está obligado a hacer uso de la fuerza del Estado, a través de las instituciones, para garantizar los derechos de los discriminados. Pero , por ahora, la acción más clara del gobierno es haber pedido a los profesionales de la salud que no utilicen su uniforme en la vía pública o la promesa de vigilar más estrechamente los hospitales. Es lamentable ser testigos de la incapacidad del Estado para controlar a la población a través de la aplicación de la ley, lo cual se explica por los altos índices de impunidad con que vivimos.

El gobierno está rebasado y, aunque cuenta con instrumentos jurídicos para combatir actos discriminatorios, pocas veces logra aplicarlos o lo hace ineficazmente. ¿Qué puede hacer el afectado cuando sufre actos de discriminación en su contra?:

1. Presentar una denuncia penal.

El Código Penal Federal, en su artículo 149 Ter, al igual que varios códigos penales estatales, considera la discriminación como delito. La pena es de uno a tres años de prisión o multa de ciento cincuenta a trescientos días de trabajo a favor de la comunidad y hasta doscientos días multa. Lo anterior, con independencia de los daños a las personas o sus bienes que puedan generar los actos de violencia o la comisión de otros delitos.

¿Cuál es el problema? Se trata de un delito no grave que raramente es denunciado y, cuando sucede, pocas veces llega a ser consignado ante un juez. Es muy inusual que alguna persona sea condenada por ese delito.

¿Cuál es la solución? Denunciar ante el Ministerio Público todo acto de discriminación y no permitir el archivo del expediente hasta llegar a las últimas consecuencias. Entendemos que no es una recomendación sencilla ante la ineficacia de las autoridades, pero hay que hacer el esfuerzo para que las cosas cambien.

2. Presentar una queja ante el CONAPRED.

El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), es la dependencia del gobierno federal encargada de resolver las quejas por actos discriminatorios. Puede encontrarse más información en www.conapred.org.mx. También existen agencias estatales similares.

¿Cuál es el problema? Se trata de una dependencia que busca más la difusión o la concientización que imponer sanciones a los discriminadores. Usualmente es poco efectivo, cuenta con facultades de sanción limitadas y, por si fuera poco, recibe pocas quejas a nivel nacional en comparación con los actos discriminatorios existentes.

¿Cuál es la solución? Presentar la queja correspondiente contra todo acto de discriminación y darle seguimiento hasta su conclusión.

Deberá tomarse en cuenta que, debido a la emergencia sanitaria, el CONAPRED ha suspendido sus servicios, salvo cuando se trate de “casos graves o urgentes”. Puede atender al público en forma telemática conforme a los lineamientos establecidos:


La Dirección General Adjunta de Quejas (DGAQ) del Consejo, proporcionará orientación y atención a las personas ante posibles actos de discriminación, así como orientación a mujeres víctimas de violencia, sus hijas y/o hijos, a través de los teléfonos: 55-5262-1490 y 800-543-0033 de lunes a jueves de las 9:00 a las 17:30 hrs. y viernes de las 9:00 a las 15:00 hrs., en la página de internet del Consejo: www.conapred.org.mx  y en la dirección de correo electrónico quejas@conapred.org.mx

3. Presentar una queja ante la CNDH.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos es un organismo público autónomo del Estado mexicano, es decir, no depende de ninguna otra autoridad. Su misión es la defensa, promoción, estudio y divulgación de los derechos humanos reconocidos en la Constitución Mexicana, los tratados internacionales y las leyes. Puede encontrarse más información en https://www.cndh.org.mx. También existen comisione estatales que pueden auxiliar.

¿Cuál es el problema? La CNDH se encuentra rebasada de trabajo, lo cual la hace poco efectiva, además de que cuenta con facultades de sanción limitadas. No es posible su intervención cuando se trate de conflictos entre particulares. Solo puede intervenir contra actos de autoridades o cuando estas toleren que un particular cometa ilícitos que violen derechos humanos o cuando dicha autoridad se niegue a ejercer sus funciones respecto de tales ilícitos.

¿Cuál es la solución? Su quien comete o tolera el acto de discriminación es una autoridad, procede presentar la queja correspondiente contra todo acto de discriminación hasta su conclusión.

Ante la emergencia sanitaria, la CNDH ordenó se priorice la atención de las quejas por violaciones a derechos humanos que pongan en riesgo la vida, la salud, la seguridad y el trabajo por hechos acaecidos con motivo de la contingencia sanitaria por la presencia del virus COVID-19 en México, quejas que serán consideradas como de atención urgente. Puede atender al público en forma telemática conforme a los lineamientos establecidos a continuación:

Cualquier persona, por sí misma, o a través de su representante, podrá presentar su queja urgente, para lo cual, permanecerán abiertas, en un horario de 8 horas que garantizarán guardias, el edificio sede de República de Cuba 60, Col. Centro, Demarcación Territorial Cuauhtémoc, C.P. 0601O; y las oficinas donde se encuentra la Dirección General de Quejas, Orientación y Transparencia, Periférico Sur 3469, Col. San Jerónimo Lidice, Demarcación Territorial Magdalena Contreras, C.P. 10200, ambas en la Ciudad de México.

De igual modo operarán mediante guardias adecuadas las 16 Oficinas Foráneas de la CNDH en el interior del país, y estarán disponibles los medios tanto telefónicos como electrónicos, la pagina oficial de la CNDH: https://www.cndh.org.mx/ , los teléfonos: (55) 56 81 81 25, Lada sin costo: 01800 715 2000, el correo electrónico: correo@cndh.orq.mx.

4. Demanda por daños y perjuicios.

Una conducta discriminatoria en contra de los profesionales de la salud o sus auxiliares, constituye un hecho ilícito que puede generar un reclamo posterior o demanda por daños y perjuicios, incluido el daño moral y los daños punitivos.

El primer paso para evitar la impunidad es ejercer nuestros derechos. Si eres víctima de un acto discriminatorio, no debes dejarte, procede legalmente hasta las últimas consecuencias.

5. Solicitar ayuda a CECODI.

Centro Contra la Discriminación, A.C. (CECODI) es una Organización no gubernamental, sin fines de lucro, que lucha por el respeto a los derechos humanos y, especialmente, por la igualdad. Puede encontrarse más información en http://www.cecodi.org.mx.

Somos una organización pequeña, pero obtenemos grandes alcances a través de litigio estratégico en derechos humanos.

Ofrecemos apoyo inicial gratuito a todos aquellos que sean discriminados ante la pandemia, dándoles asesoría y efectuando un acompañamiento ante las autoridades.

Ante la falta de acción de los Ministerios Públicos o las autoridades, la respuesta está en el juicio de amparo. Obligarlos a proceder conforme a sus facultades, a través de los jueces federales.


Todo acto de discriminación que afecte la dignidad de las personas es un actor ilícito que puede dar lugar a indemnizaciones económicas por daños al afectado.

Opinión legal.

Centro Contra la Discriminación A.C. (www.cecodi.org.mx) es una organización de la sociedad civil, no gubernamental y no lucrativa, que pugna por el respecto a los derechos humanos.


El contenido de este artículo constituye una opinión jurídica general que no está dirigida a persona alguna en particular ni tiene por objeto desahogar una consulta en específico. Siempre es recomendable consultar cada situación en particular con un abogado calificado.

 

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